sábado, 10 de abril de 2010

corre dijo la tortuga

El nuevo integrante de la familia es una tortuga. Bautizada "Juliana" por la mini-reina del hogar, pero con sospechosos rasgos de ser un varoncito, el quelonio en cuestión viene a reemplazar a la finada Margarita, quien como todos ustedes saben, falleció en circunstancias aún sin aclarar durante el descanso estival de sus protectores. Pero a pesar de esa condición, la nueva tortuga de entrada comenzó a exponer una personalidad totalmente opuesta a la de su predecesora.
De carácter enérgico y rezongón, la Juli (cariñosamente) permanece en actividad durante gran parte del día, gusta de investigar entre las macetas del balcón, y nunca duerme en la casita que le hemos preparado, situación que entendimos como un gesto de independencia silvestre, como si fuera una forma de no caer aún en esa cosa indigna que es para los animales orgullosos la vida doméstica. 
Tampoco se amilana frente a la diferencia de tamaño que le presentan sus dueños. Sin necesidad de esconderse, Juliana (juliano?) patalea cada vez que se lo levanta del piso, furiosa. Hay que considerar que para su mini-dueña, levantarla del piso es una de las prácticas más divertidas que se puede realizar con una tortuga.
Esperemos que su estadía en nuestro hogar sea con salud y alegría. Esperamos en muy poco tiempo estar compartiendo paseos a la plaza o vacaciones en su inestimable presencia.

1 comentarios:

SP dijo...

Si es macho, que se llame Julián!

Los "segundos" siempre se niegan a ser meros reemplazantes.