Ir al dentista

Es como todo en mi vida.

Me hice el valiente porque la dentista era linda. Pero igual terminó haciendome doler.

Duaca+Urbano: El afiche

Y a veces pasas por alto escenas como ésta, y seguís con tu vida como si nada.

Prefiero (son tradicional caribeño)

Prefiero un alma en pena
prefiero,
a este dolor de muelas (prefiero)

Prefiero hasta la guerra
prefiero,
a este dolor de muelas (prefiero, chico)

Prefiero que no vuelvas,
prefiero,
a este dolor de muelas (sabor..!)

Prefiero hasta que llueva,
te juro
a este dolor de muelas (se a-ca-bó!)

Se acabó el paquete de velas

Es visible que las cosas han llegado a un punto límite. A un punto en donde nada de lo que se dijo todo este tiempo tiene ya importancia.

Es sábado a la noche y el enojo y la furia son vencidos por la desidia y el acostumbramiento. Por ese sufrir tan particular que se tiene cuando uno ya sabe como va a terminar la cosa.
Y esto va mal, realmente. Lo sé, lo conozco perfectamente. Lo he vivido cientos de veces, y me he endurecido como un callo y lo he soportado.
Pero esta vez es distinto. Esta vez el pozo no tiene fondo. Esta vez la luz no se percibe al final del túnel. Otra noche más de caídas, de oportunidades desaprovechadas.

Es decir, empató Racing, y se aproxima el abismo.

Horóscopo Existencial

Libra: Considerarás que el mundo es prácticamente un desencuentro. Te acostumbrarás con el tiempo, pero tampoco la pavada. La luna en creciente duplicará la sensación de soledad y la belleza de ese sentimiento. La belleza que luego trae no felicidad, pero sí un pequeño bienestar. Cuidado con las caídas abruptas por las escaleras del subte.

Amor: Existe pero en forma de metáfora. El amor de un hombre por su automóvil, el amor de un pastor por su feligresía, el amor a la naturaleza, el amor de las amas de casa por Mr. Músculo. Pero lo que es para vos, nada, ni un poquito.

Negocios: Cerrarán el suyo por falta de carga en los matafuegos. Ud. intentará explicar que el fuego es la expresión más sublime de la fugacidad, pero naranja, tendrá que ponerse.

Clave de la semana: No esperar nada que ya hayas estado esperando. Como el amor de tu vida, un día de paz mental, la patria socialista, el 29 ramal Saavedra.

No quiero ser un top ten, no quiero.

No quiero ser un Top ten, no quiero.

Jugar siempre en primera y llenarme de aplausos.
Ser el mejor es ser un fraude.

No quiero jugar GrandSlams ni salir con Carolinas de Mónacos, levantar trofeos y dar conferencias. Me ahoga. Las luces, el éxito, me ahogan.

Quiero sí, perder contra los mejores y reirme, y pelearla contra los demás. Y reirme.

Nunca tuve simpatías por los ganadores. Es más, siempre adoré a los que se quedaban fuera del podio y lloraban y se sentaban en el piso con los ojos húmedos mientras las sonrisas de los ganadores resplandecían.
No tiene nada de malo, perder, de eso se trata casi todo, de perder la vida todos los días, y salir a jugarla al día siguiente de nuevo.

Por eso prefiero a los perdedores. Al perdedor adorable que sabe que pierde y al mal perdedor que protesta. Incluso a ese.
Porque el ganador está solo y puede darse el lujo de prescindir.
Pero nosotros, en cambio, los perdedores, somos pura necesidad.

Y yo necesito tanto.

DuacaBlog Porteño

Oído al pasar: No por mucho madrugar se ven vacas en pijama.
Copla: Quiero escribir, pero me siento puma/quiero laurearme, pero me encebollo.
Lo importante: No olvidarse nuncajamás de ella.

Yo soy una estufa y vos mi kerosene

¿Cómo será vivir con un optimismo colorido e inocente estilo Palito Ortega? Digo, pensar que la vida está llena de estrellitas y canciones pegadizas y sonrisas kolinos. A mi siempre me ha intrigado.

Quiero decir, existe realmente gente así. Yo conozco algunos. Y siempre me pregunté si será fruto de un proceso de negación patológico o de un desprendimiento cosmico y espiritual.
A veces de las dos cosas.
A veces está bien así. Y muchas veces yo quisiera también.
Pero es que no soy para nada una persona triste. Al contrario, llevo el buen humor como una de mis cosas preferidas. Sin embargo, desde chico que pienso que el mundo es un lugar un poco triste, no por las desgracias y desastres que se ven en la tele, si no más bien por una suerte de desengaño sutil e invisible que tiñe todas las cosas. Nada grave, en realidad, pero que cada tanto no puedo evitar de ver.
Y a pesar de todo disfruto mucho. De las cosas que me gustan y hasta de la tristeza cuando viene. Y salgo a las fiestas y bailo como pipo cipollati en los twist y me río mucho.
Pero a veces siento que todos los demás tienen un secreto que yo no me sé.

Premetro

Se que tengo que animarme y pegar ese salto. Pero es que me da tanta fiaca a veces.
Sí, ya se. No es excusa. Es sólo que llegué al descanso de una escalera larguísima y quiero quedarme un rato más.
Pero tampoco es cierto. No sólo me da fiaca. También me aterra un poco. No soy muy valiente, ni mis miedos son muy feroces. Pero lo mismo me asustan.
Es más digno decir que tengo fiaca, y no deja de ser cierto.
Pero es que decidí no jugar más todas los puntos como si fueran el último. Porque es mentira.
Así que dejemos la osadía para otro día. Que ya bastantes golpes me han dado con esa historia.
Y permítanme que descanse hasta que llegue el momento de volver a sumergirme.

Tomo para no enamorarme

Fui a una exposición de Vinos y quesitos con galletitas.

A la entrada te daban una copa y un mapita. El mapita servía para no perderse, aunque el lugar no era muy grande. Como si uno pudiera perderse en un lugar así. Más bien, como si supieran que iba a terminar perdiéndome en un lugar así.

Había cosas que me hacían acordar al cajón de lanas de mi abuela Clá, en ese departamento enorme de Acoyte y Rivadavia. Que seguro no era tan enorme como me parecía cuando era chico. O mejor, seguro que no es tan enorme y que sí lo era cuando me parecía. Funciona así.
Todas las cosas que recuerdo son más grandes que las que tengo ahora. Más limpias, más hermosas, más grandes que las que tengo ahora.


En ese departamente sí que te podías perder. Apenas me acuerdo. El piano en una esquina oscura del living. La cocina donde nos ponía a mi hermana y a mí a preparar scons a la tarde los fines de semana que íbamos a quedarnos con ella. Los cubrecamas verdeoscuro de todas sus habitaciones.

La cuestión es que te daban una copa en la entrada, y un poquito de vino en cada stand. La gente fingía gravedad a la hora de degustar el contenido de sus copas, inclinándolas a trasluz y luego revolviéndolas con elegancia y seriedad. La gente fingía seriedad o yo era el único que encontraba todo muy cómico.

Pero no, mis amigas coincidían en que todo era cómico. Incluso los detalles más adorables de algunos stands, o los mensajes absurdos de otros. Era el contexto. La gente de traje, las mujeres elegantes, las caras de enólogo que impostaba la mayoría.

Me acuerdo de un jarrón con flores muy cerca de una lámpara que empezó a hacer humo. Me acuerdo que enjuagaban las copas en cada stand para servirte el vino. Que repartían colaciones salteñas y que una amiga se llevó un puñado entero. Que había una chica con un vestido azul eléctrico que desentonaba en medio de la sobriedad general.

Me acuerdo que mi abuela Clá se sacaba el audífono cuando quería tener la última palabra en una discusión. Me encantaba ese detalle.

Policías en Acción

El masculino se dirigió al QTH indicado, siendo las 0900 pm, en razón de haber recibido la correspondiente comunicación. Mientras cursaba por la arteria principal de la cuadrícula, vista la experiencia en ese tipo de operativos, intentó confirmar coordenadas pero no consiguió establecer contacto al no recibir QSL de destino. De igual forma mantuvo dirección al considerar que estaba todo 5-5 en virtud de no haber recibido comunicación en contrario.

Una vez constituido en el predio donde debía sindicarse el contacto, pudo constatarse que el femenino no se apersonó, con su tez caucásica y su contextura delgada, aunque se manifestaron dos natalia-natalias en franca actitud sospechosa, hecho que se dejó pasar toda vez que se habían recibido indicaciones precisas en calidad de prioridad.
Habiendo trascurrido un tiempo más que prudencial, el muchacho tomó la resolución de informar que el sitio estaba sin novedad, resultando negativo el llamado, y regresar a destino base. Allí manifestó su descontento frente al ámbito correspondiente a tal efecto y dio curso a su relato de los hechos, para luego retirarse franco, no sin antes invitar una docena de franciscas a sus compañeros de adicional.

Al día siguiente sacó carpeta médica por toda la semana. Hasta los oficiales de policía sufren cuando se los deja plantados.

Asado y tarde de sol - detalles -

Fuimos a comer un asado, post derrota, a lo de F. El tiempo se pasó despacio y la tarde de sol terminó casi sin darnos cuenta, entre la preparación dedicada de F., las charlas y el fútboltenis.

Ella se reía con todo el cuerpo, pero más con los ojos.
A él le gustaba hacerla reir para poder mirarla, como llenaba el espacio su risa y le apretaba la mano con sus dedos pequeñitos.
Una risa suave, perfumada, nada ruidosa. Que terminaba con sus ojos verdemontaña bien abiertos, como agradeciendo.
Y entonces era tan perfecto que ahi terminaba el mundo.