Hace un mes que esas miradas me persiguen. Los ojos llenos de fuego y tristeza, los tengo clavados en el alma. Y no es que me duelan ¿que derecho tengo? El dolor es suyo, la pena es suya, la serenidad para asumirla es suya.
A mi sólo me queda la pregunta, la injusticia, el pedido: ¿Nos das una vida?
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Hace 5 semanas