lunes, 31 de agosto de 2009

Santa Rosa

Es una metáfora de la vida misma. Primero un frío polar, después un veranito ilusionante, y a la final, tormenta.
Es como decirte: todos los veranos terminan en lluvia. Y somos, a la final, retratos nuestros, escondidos, envejeciendo en un placard.
También es un oasis a la distancia. Uno que no que desaparece cuando nos acercamos. Más triste, se queda ahí para poder desilusionarnos. Existo, pero soy así.
Y a pesar de eso no te importa. Ya lo sabías. Corrías hasta el paraíso sabiendo que no era para tanto.
Pero el gusto, eso no te lo saca nadie. Ya llega, corriendo, el desengaño, pero el gusto ese, fugaz y pobre, es tuyo para siempre. Por eso corrés, todas las veces.
Es como que te regalen un chupetín, pero de coca.

lunes, 10 de agosto de 2009

tres años

Me hipnotiza la manera que tiene de empuñar una birome. Dibuja reptiles y pajaritos, les hace zapatos y sombreritos con flores, los tacha con una cruz, le saca punta a los lápices hasta pudrirse.
Más tarde se planta y se abona y se riega, y se tira a dormir. Entonces la espío. Los ojos cerrados como la cortina a tiritas de un almacen, la boca apretada, silbando despacito con cada vaivén de su respiración.
A veces lo que sueña se queda en la pared, como pequeñas sombras y luces que saltan entre las líneas que se reflejan de la persiana. Jamás logro interpretar un sueño de esos, tal vez porque no se dormir como ella. Por la mañana, en cambio, tenemos el mismo problema y nos quedamos dormidos semanalmente.
Para jugar a las escondidas elije siempre el mismo escondite, y no deja de asombrarse cuando la encuentro. Es fiel a sus rincones secretos, y yo la respeto dando vueltas innecesarias hasta finalmente descubrirla.
Ambos opinamos que Sid, el niño científico, es lo más grande que hay.

jueves, 6 de agosto de 2009

antes y despues

Me gusta agarra películas por la mitad y largarlas antes de que terminen. Así me ahorro cuestiones arduas como las escenas de presentación del personaje protagonista, y la justificación de los actos que va a realizar durante la película, cosa que en general siempre me molesta. Tampoco soy gustoso observador de los desenlaces, así que con mucho respeto cambio de canal antes de la batalla final, no sea cosa que una historia apasionante se arruine terminando bien.

Iceberg o música

Fade in:

Una oficina judicial. Tu jefa, visiblemente enojada, te está retando por una serie de distracciones ejecutadas por vos mismo en la última semana. Sus palabras no parecen hacerte efecto, eso la enoja más, o quizás la desanima. Finalmente se retira, un poco confundida, no sabe si ganó o perdió y eso la hace sentir incómoda.

Flashback:

Mientras tu jefa habla, vos la mirás como a través de un vidrio lluvioso y pensás en todo aquello que pasó la otra vez, en la fiesta y en la música, en los vasos de cerveza gigante y los tambores, y en los encuentros furtivos que la vida le prepara a uno.