domingo, 4 de abril de 2010

alfabético

Estaba felizmente grapeado. Habia incluso jurado kilometros lastimosos, meras negligencias. Ñato, opinaba pavadas, quizás reía saltando tontamente. Un viaje wagneriano, xilofónico y zodiacal.
A bailar chacareras, dijo entonces, falaz. Gozaba haber iniciado juvenil karaoke.
Lejos, lloraba, moqueante, Nereida. Ñoña, obesa para quien razonara sin tolerancia.
Un viejo winner, xenófobo, yigoló, zafaría alegando borrachera (como discreta explicación) fingiendo genuflexa humildad.