Material al respecto:
http://www.youtube.com/watch?v=pPRbBVykn5A
Formas geográficas que denotan la presencia de vida inteligente, o al menos si no inteligente, con bastante sentido del humor. Bajo el efecto lisérgico de un disco de Al stewart, nos damos cuenta que en la luna no sólo no funciona la ley de gravedad, sino que tampoco el espacio sigue las mismas leyes, de modo tal que todo es inmenso y profundo. Y no hay señal de celular.
Algunas imágenes de la expedición: Arriba, una lluvia de meteoritos de reciente caída (por suerte llegamos en un día despejado.) A la derecha, un momento de discusión acerca de la ruta espacial a seguir. Abajo, una parada en el camino, donde se puede apreciar la imagen de nuestro Apolo Creed, y su tono turquesa pistacho. Por último, la inquietante aparición de una serie de baños químicos en pleno valle lunar. Una muestra más de que no estamos sólos en el universo.
En otras ocasiones, es la fortuna o el capricho los que tuercen los caminos para que uno, que se dirigía a San Telmo, termina sin saber como en la Ciudad perdida de la Atlántida.
A un lugar así fuimos a parar sin saberlo durante nuestro viaje. Un lugar oculto en la nada, una casa antigua y luminosa que daba al jardín secreto más perfecto que podía imaginar. Un jardín luminoso y fresco donde las astros se habían alineado de una manera tal que era imposible no sentirse totalmente descansado, como una fuente de aguas purificadoras. El jardín secreto, con la luz verde filtrando por entre las parras.

