martes, 19 de agosto de 2008

El Jardín Secreto



Es algo muy común en la mitología la presencia de lugares especiales y misteriosos que cuentan con poderes mágicos o capacidades extrañas. Casi podría decirse en todas las historias hay un espacio de este tipo. En la gran mayoría, además, este lugar es secreto e inhóspito, asegurando así que sólo los mejores podrán llegar a utilizarlo y experimentar sus bondades ultraterrenas. Es así que nuestras lecturas están plagadas de roperos y espejos mágicos que nos llevan a otros mundos, de castillos embrujados o directamente de lugares en donde uno se baña todo menos el talón y se vuelve invencible.
La ubicación de estos sitios es secreta y sólo unos pocos privilegiados son capaces de encontrarlo, merced a sus virtudes naturales y su valía ante los dioses.

En otras ocasiones, es la fortuna o el capricho los que tuercen los caminos para que uno, que se dirigía a San Telmo, termina sin saber como en la Ciudad perdida de la Atlántida.
De esta manera se corre la terrible suerte de que los sitios sagrados sean mancillados por la presencia de inadaptados capaces de escribir con aerosol en la pared del templo del Minotauro.
Otra posibilidad, finalmente, se produce cuando un grupo de viajeros se extravía y va a parar a un lugar extraño donde suceden cosas increíbles que los ponen a prueba y los vuelven mejores, de forma tal que el tímido médico que viajaba en el avión que se estrella regresa a su casa convertido en un joven Ulises capaz de las más bravas proezas.

A un lugar así fuimos a parar sin saberlo durante nuestro viaje. Un lugar oculto en la nada, una casa antigua y luminosa que daba al jardín secreto más perfecto que podía imaginar. Un jardín luminoso y fresco donde las astros se habían alineado de una manera tal que era imposible no sentirse totalmente descansado, como una fuente de aguas purificadoras. El jardín secreto, con la luz verde filtrando por entre las parras.
Sabrá el lector decidir si lo merecimos, si lo encontramos, y sobretodo, si nos volvió un poco mejores.

4 comentarios:

Lagorio dijo...

La tia Nena, Doña Pola, Bubi, el psicologo siniestro, los dulces, la negra coimera, el buzo de capucha beige y el matambrito a la parrilla...extraño Londres.

Juan-D dijo...

Otro tiempo, magia oscura, aguas nocturnas que invadían los cuartos... misteriosa londres.

Anónimo dijo...

....qué será de la vida de marcelito y el mambo del pedro, de la señorita que vendía los tickets para las ruinas a quien perico le queria entregar todo su cariño...dicen que London es una de las ciudades mas glamorosas....yo me quedo con nuestra Londres y la extraño en este dia y cada dia.

Buena nota...

Anónimo dijo...

Parece un lugar de ensueño y leerlo con Dylan de fondo lo hace aún mas perfecto en mi imaginación o fantasia.
Linda nota!
MBQ