viernes, 15 de agosto de 2008

Aprendí a ser formal y cortés

Logré ser prolijo y ordenado, pero me duró 3 horas cátedra.
Entonces volví a llenar la mesa ratona de libros inconclusos y desbordé los ceniceros (recuerdo de Las Toninas) hasta que me sentí de nuevo en casa. Ah...! Que más da? La gracia es convivir con uno mismo.
Y el secreto, tratarse con disimulo e indiferencia.

1 comentarios:

Lucía Angélica FOLINO dijo...

Tango, rock y poesía.


Decididamente sos un luciangélico.


http://lasmanosdejuanperon.blogspot.com


(enterate quien es la INFLUENZA porcina, charly ya lo sabe).