miércoles, 3 de diciembre de 2008

La misma lluvia

Siempré que llovió, paró. Y todas las veces volvió a llover. Tanto es así que hay que tener cuidado con la tierra de las macetas, porque si se pudren las raíces, alpiste. Las plantas que estan sobre la tierra, en cambio, resisten con mayor naturalidad la persistencia de las lluvias, y sufre con mucho mayor disimulo las épocas de sequía. Y después pasa que no todas las plantas son iguales. Tuve una que era tan dificil de cuidar, que parecía la rosa de El principito. El agua de la canilla no le gustaba, el agua de lluvia la ahoga. El sol la hacía marchitarse y a la sombra se deprimía.
Intenté de todo con ella. Le cambiaba la tierra de la maceta, le ponía musica, le buscaba distintos lugares en mi balcón para que disfrute el sol sin marchitarse. Incluso una vez, ya cansado, intenté con fertilizantes químicos. Pero nada. Todos mis cuidados llegaban tarde, y finalmente la perdí. Una lluvia de septiembre, en mi ausencia, terminó con sus fuerzas, y murió antes de que sus brotes rosados llegaran a florecer.
La jardinería es un oficio muy duro alguna veces.

4 comentarios:

Santiago dijo...

Si no fuese por la palabra "plantas" podria entender esto como una perdida amorosa.
Felicidades, escribis muy bien, muy clarito.

Lucho dijo...

Una perla! abrazo

Juan-D dijo...

Santiago: Gracias, me refiero a mis plantas...

Lucho: Una perla son tus escapadas por el lateral derecho...

Anónimo dijo...

no me había dado cuenta lo complicado que es cuidar una planta de maceta. yo me las arreglo bastante bien con una en la tierra... aunque tuvimos épocas difíciles (ni quiero acordarme de los bichos que le comían las hojas).