No entender es un pozo sin fondo, es una caída libre, es una biblioteca llena de telarañas donde no llegan los arqueros. Es un ascensor detenido con los luces apagadas, es perder las llaves de casa, es un plano de evacuación para salir de la cama todas las mañanas.
Entender, en cambio, es tan insípido como el folleto explicativo de un termómetro.