lunes, 1 de junio de 2009

Cienpiés

Es como un gusano con patas, pero no con cuatro, ni seis, ni ocho. Tiene un montón. Tampoco cien, seamos justos, pero un montón. No es que me puse a contarsélas un día ni nada por el estilo, pero tampoco hay que ser muy vivo para darse cuenta de que no es que tiene cincuenta patas de cada lado y ya. Es como los cien barrios porteños, que después en la "guía t" son cuarenta y ocho. Es una manera simpática de decirle ¿entendés? No es que al tipo que inventó el nombre cienpiés después lo agarró el jefe y le dijo "¿Que hiciste inútil? Como le vas a poner cienpiés a este bicho que tiene apenas setenta y pico? Estás despedido." Está bien que un par de patas en un bicho pueden determinar que sea ubicado en una u otra especie. Que la araña tiene ocho y las hormigas seis. Pero eso ponele que se aplique a números chicos, ya después del veinte, pongamos, son todos cienpiés. El bicho bolita, a decir verdad, también tiene un montón de patas, y además, bueno, tiene esa particularidad de esconderse dentro de su interior de una manera tan graciosa que todos lo terminan pisando. Pero volviendo al cienpiés, la cosa es que hace años que no veo uno. ¿Que pasó? ¿Se habrán extinguido y nadie dijo nada?
Yo creo que la ecología está intímamente unida al tamaño del animal en peligro. Mientras más grande, más protegido.

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