lunes, 14 de diciembre de 2009

estimados melchor gaspar y baltasar

que me pise un caimán, pero de los grandes, que me pise un caimán verde y lagartoso (pero que no muerda.) que se me coman el pasto los reyes, y los zapatos los camellos, y los regalos mi tortuga. que las flores de mi balcón se vuelvan plantas carnívoras y los bichos bolita importados de tierra firme abandonen sus macetas e inicien la revolución bolivariana. que me pinche el teléfono la side, que me espíe desnudo la vecina, que me roben la ropa del tender y se me trabe el ascensor en el tercero. que se me queme la tarta y se me raye el teflón. pero que nunca jamás en la vida me vuelva a perseguir el mismo ardor.