Entonces volví a llenar la mesa ratona de libros inconclusos y desbordé los ceniceros (recuerdo de Las Toninas) hasta que me sentí de nuevo en casa. Ah...! Que más da? La gracia es convivir con uno mismo.
Y el secreto, tratarse con disimulo e indiferencia.
Y el secreto, tratarse con disimulo e indiferencia.
1 comentarios:
Tango, rock y poesía.
Decididamente sos un luciangélico.
http://lasmanosdejuanperon.blogspot.com
(enterate quien es la INFLUENZA porcina, charly ya lo sabe).
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