Hago saltos triples porque con uno no te alcanzaba. Corro, pedaleo y nado para escaparte los días en que estoy triste y hasta aprendí a seguir tus piruetas las veces en que insistías en hacer saltos ornamentales, con el miedo que me daba.
Vos en cambio nunca dudaste en lanzarme palabras frías y brutales como un martillo, ni en mofarte de mi incapacidad para perseguirte en tus discusiones marathonicas que terminaban, si podías, en lucha grecorromana.
Yo prefería el judo y vos el taekwondo. Yo el remo y vos la clase tornado.
Yo la posta por equipos y vos la persecusión individual.
Y ahora que me dejaste y te fuiste tras un campeón de pértigas, te juro que un día agarra y bato un record del mundo.
2 comentarios:
Pocos escritos son dignos de una imagen de Asterix y Obelix, y este definitivamente es uno de ellos.
Oda a ti y a aquel que inventó el salto en garrocha...
Besos de vuelta olimpica.
prefiero el término "pértiga". Pero gracias.
Y espero que escriba algo nuevo, ud, Falbalá.
Publicar un comentario