jueves, 11 de junio de 2009

El mini panóptico

El canal de la televisión que te muestra la puerta del edificio es una fuente inagotable de entretenimiento.

Se ven parejas que se despiden en la puerta con gestos ritualizados y distantes.
Se ven señoras llegando tarde con bolsas misteriosas y señores sacando a pasear los perros a deshoras. Se ven empleados de delivery ansiosos tocando el portero eléctrico y personajes que realizan entregas oscuras de diversos elementos amparados en el anonimato de la noche.

Para ser una actividad de voyeur, es bastante pobre. Se ven sombras y nucas y espaldas y sombras. Se ven segundos de historias que llevan años de ventaja en un pasado desconocido y que esperan un futuro incierto fuera de la imagen. No sirve para nada más que para imaginar historias. Para jugar a completar el guión de una película que viene con una sola escena, y encima, mal escogida. Sirve para proveer de intenciones, conductas y actitudes a sombras en sepia que pasan delante de la cámara sin ninguna aspiración de relatarnos nada.

Pero sigue siendo una actividad mucho más completa que ver esas historias armadas en serie que pasan por el resto de los canales.

1 comentarios:

Pablo dijo...

y sirve para que vos escribas esto, que es bello.