miércoles, 16 de noviembre de 2011

magnolia

Un hombre lleva un puntero láser a la cancha para molestar al arquero rival. Durante la ejecución de un penal, logra apuntar por espacio de varios segundos sobre la cara del guardameta. Sin saberlo, lo cura de una incipiente enfermedad neuronal que lo hubiera dejado postrado. Ninguno de los dos jamás se entera de esta situación.
El arquero no logra atajar el penal.

5 comentarios:

Principito dijo...

Me encantó. Suelo imaginar situaciones similares, el universo debe estar repleto de esos hilos invisibles.

Sola en el universo dijo...

:D

Juan-D dijo...

El universo está repleto de soledades invisibles.

Mariposyta dijo...

que la tal las cosas fuera asi...???? o lo son?

Juan-D dijo...

Mariposyta: Quiero creer.