Un hombre lleva un puntero láser a la cancha para molestar al arquero rival. Durante la ejecución de un penal, logra apuntar por espacio de varios segundos sobre la cara del guardameta. Sin saberlo, lo cura de una incipiente enfermedad neuronal que lo hubiera dejado postrado. Ninguno de los dos jamás se entera de esta situación.
El arquero no logra atajar el penal.
5 comentarios:
Me encantó. Suelo imaginar situaciones similares, el universo debe estar repleto de esos hilos invisibles.
:D
El universo está repleto de soledades invisibles.
que la tal las cosas fuera asi...???? o lo son?
Mariposyta: Quiero creer.
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