viernes, 17 de julio de 2009

Lo que me costó el amor de paula

Un muchacho del conurbano sale con una señorita de belgrano. Se toma el tren, la pasa a buscar por la casa y van al cine. La entrada en el village es una patada en la nuca. Después van a comer, ella elije un vino, el se llena con pan disimuladamente. Ella habla de las chicas de hockey y él piensa en que hacer si no le alcanza para el taxi de vuelta, y en como es que una entrada al cine sale esa bestialidad. Total, que la plata para el taxi llega justa, y se despiden en la puerta.

Son más de las 12 y camina por buenos aires, hasta retiro. Duerme una hora en un banco de la estación, y toma el tren de las 3.20, el primero de la mañana. Gracias a dios había sacado ida y vuelta.
Viene el guarda, lo despierta le pide el boleto. Mira por la ventana, están en Santos Lugares. Falta mas de media hora de tren. Complacido, enseña el boleto, sonríe.

Sí, pero es de ayer, le dice el guarda. Era una época del mundo donde casi nadie tenía celular.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Pobre tipo. Costó más que el amor de Laura.

Juan-D dijo...

Siempre cuesta lo mismo.