Después me pasó eso que pasa siempre: querés seguir corriendo y te pesan los pies. Que estás con alguien aunque tiene la cara de otro alguien, y te das cuenta al rato.
Más tarde, pude caminar hasta el jardín primitivo, y me superé con una cena de fin de año en lo de Arguiñano. Cosas que pasan.
Cuando sueñe la próxima, voy a tratar de ser otro y mirarme desde afuera. Eso siempre pasa también.
1 comentarios:
banquense la prosa como puedan, pero no dejen de oir el tema.
D.
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