miércoles, 30 de abril de 2008

Most of the time I'm halfway content

Ultimamente las cosas funcionan siempre de la misma manera conmigo. Quiero decir; lejanamente, como desconociéndome.
Y tengo que hacer malabares para poder entender esos mensajes imperceptibles, repetidos y disfrazados.



















Les adelanto que en general, las cosas que pasan no tienen ninguna trascendencia especial. Más bien, se trata de cosas sin importancia, como si fueran el resumen de noticias de un programa de la siesta. Ni siquiera son dañinas y a veces hasta pueden llegar a ser levemente graciosas.



















Las cosas importantes sucenden en otro lado, fuera de mí por el momento, como si me hubieran dado un respiro.



















Por la misma razón no estoy en posición de quejarme ni sentirme disgustado. Creo que necesito un descanso de las cosas importantes.
Necesito dormir cuatro días sin sueño, y otro más con sueños livianos.



















Pero nada de situaciones riesgosas ni conflictivas por ahora. Creo que he asumido la posición de mantenerme alejado de las cosas, y que las cosas han aceptado sin decírmelo. Y siguen su curso, por la orilla de enfrente.



















Mi vida se parece a una noche en donde sin ningúna razón uno decide quedarse despierto en casa mientras todos salen, inventando excusas para los amigos que insisten, fumando despacito frente a la luz azul de la tele viendo todo sin ver nada.



















(Dice mi abogado: Los contenidos aquí vertidos no se corresponden del todo con la realidad vital del autor, quien como todos sus conocidos sabrán, suele ser exagerado. Ante mí, conste.)

domingo, 27 de abril de 2008

Belleza Americana


En las películas basta con inclinarse a levantar una serie de cuadernos y carpetas caídos al suelo por una chica para comenzar una historia de amor.
Después sigue llevarle flores, sentarse a tomar un cafe con ella en la cafetería, invitarla al baile de promoción, recibir un puñetazo de un ex novio grandote, torpe y celoso, y ya. Tan fácil. No importa lo que uno haga, siempre resulta.
Hugh Grant sabe hacerlo mejor que nadie. Por más que se equivoque y sea cada vez más tonto, siempre llega al aeropuerto a tiempo.
En las películas uno se enamora y la chica se enamora de uno. Y resulta ser mucho mejor de lo que se esperaba. Las mejores historias de amor son las de las películas. Lástima que terminan.

Lo se yo, que trabajé en una, y ahora le tengo miedo a la oscuridad del cine.

sábado, 26 de abril de 2008

Inteligencia Artificial

Y finalmente, las computadoras han alcanzado al ser humano en inteligencia y resolución de conflictos, tal como acredita el mensaje que recibí esta mañana al querer ingresar a mi mail. Y pensar que en el camino quedaron Cortocircuito, R2D2 (arturito?) y la baticomputadora.
Ya estamos en condiciones de afirmar que cualquier PC es capaz de emular la respuesta de un empleado público modelo.

Lamentamos el inconveniente.

Te topaste con un problema temporario que tenemos con Correo Yahoo! Por lo general, este problema se resuelve rápidamente, sin que hagas nada. De hecho, quizá ya se resolvió. (??)

jueves, 24 de abril de 2008

Y la suerte juega con cartas sin marcar



(El año pasado, atendiendo a una señora en el trabajo)

Duaca: ...a que se dedica, laseñora?

Laseñora: Soy vidente.

Duaca: ¿Puede ver el futuro?

Laseñora: Exacto. Es un don que tengo desde niña. Puedo ver, si me concentro, todo lo que va a pasar. No lo explico, es un don. El futuro no tiene secretos para mí.

Duaca: ¡Que horror!

Laseñora: Puede ser...

martes, 22 de abril de 2008

Efecto mariposa-tequila

Recorrí los mismos lugares de siempre, pero no los encontré.

Me pasa cada tantos días. Tantos, que no se bien como explicarlo.

En general es en las noches de luna llena, aunque también sucede en las otras.

Es como soñar que estás en una multitud pero nadie te puede ver.

Yo tengo mis teorías, que tejo en la oscuridad paciente de mi cuarto las noches de luna llena, y en las otras también.

Una mariposa bate sus alas en Singapur, y Buenos Aires se llena de humo gris, tóxico y melancólico.
La incompetencia de los emperadores chinos genera terremotos, dijo una vez Lavozenlaradio.

En mi caso es mucho más sencillo y por lo tanto más inexplicable. Uno de cada tantos días, la luna, los lugares de siempre, y ya pasa de nuevo.

También me sucede en vísperas de martes, sábados y feriados puente. No he logrado trazar ninguna relación entre estos fenómenos y el almanaque hasta el momento.

Como cuando uno repite una palabra hasta que suena absurda y sin sentido, recorro lugares que ayer eran como la palma de mis manos y hoy me suenan a lejanía. Las esquinas, las calles iluminadas, el balcón de mi gatita.
La palma de mis manos. Todo puede llegar a ser extraño.

Y entonces llegan el miedo y el gozo. Nada del otro mundo. Un miedo pasajero y un gozo pequeño, casi avergonzado, que sigue de largo. Y la belleza de las cosas que existen sólo un segundo.

Que existen para que las miremos un instante robado antes de regresar a su color particular.


Y entonces no se bien si es tu fantasma el que me visita, o si soy yo, que me sigo parando del lado equivocado del espejo.

domingo, 20 de abril de 2008

Mr. and Mrs. Pacman

Huir por un laberinto absurdo y oscuro, chocando contra las mismas paredes una y otra vez, doblando en las mismas esquinas, tratando de que nuestros fantasmas no nos alcancen.
La ciencia dirá que no hace falta huir, que para eso los laboratorios nos han dejado una píldora en cada esquina.
Pero yo desconfío y sigo corriendo, a la espera de animarme, sin ayudas, a darme la vuelta y enfrentarlos.

viernes, 18 de abril de 2008

Mi otro yo es idéntico a mi



A veces digo que estoy harto de tal o cual cosa.

Que se acabó y que voy a dejar este lugar para caminar o dar un salto que de vuelta todo.

Hay días así, difíciles y enroscados, donde la cabeza funciona más rápido que la represión. Aunque tal vez se trate sólo de días enérgicos.

Decido, todo el tiempo, cambiar mi vida, ser de otra manera. Animarme y ser ese otro-yo-más-mejor que tanto admiro pero que nunca fui.

Ser como me gustaría ser, es peligroso.

Digo, esto no va más, esto tampoco. Se acabó.

Yo creo que son días positivos, pese a que generalmente los cambios son mínimos o inexistentes. Pero está bien así, o mejor dicho: no está tan mal.














Uno es también aquello que quisiera, y entonces, de a ratitos, uno es como quisiera.

Al margen de los propósitos firmes, y los pequeños maquillajes que tal vez nadie nota jamás.

Pero yo si los noto. Y a veces me basta.

jueves, 17 de abril de 2008

Y eso que me hago el distraído

Así que voy a dejar pasar esto de la ciudad envuelta en humo encendido desde el campo. Todo ese realismo mágico.
Por ahora...

miércoles, 16 de abril de 2008

Que ya el invierno me alcanzó sin gamulán




Ultimamente, mi vida es como un invierno que llega cuando todavía uno no bajó la ropa de abrigo del placard.
Funciona así: Uno está decidido a tener una etapa reflexiva y otoñal, a sentarse a mirar por la ventana como caen las hojas de los árboles, y de golpe un sacudón inesperado.... y nos encontramos con los dedos chamuscados, las manos frías y las rodillas doloridas tratando de prender una estufa que no enciende.
Mi vida es como esos momentos en donde uno dice "hoy no miro el pronóstico, total, ayer estaba lindo", y vuelve a su casa a la noche empapado y con fiebre y totalmente abatido. Como si las fuerzas naturales fueran un símbolo de los procesos internos, mi vida presenta nubarrones en días de sol, sequías en tiempos de monzones, crecidas inesperadas de ríos escondidos y lluvias torrenciales con granizo. Y de golpe, cada tanto, semanas de sol a pleno, que lo único que hacen es asustarme más para cuando llueva.
Mi vida es como salir abrigado y tener que cargar el montgomery todo el día porque ahora hace calor.
Será por eso que hoy estamos aquí...

domingo, 13 de abril de 2008

Actitud+punk



El, con esa actitud de chico tímido y perdido, de sobrino olvidado en un shopping, no se iba a animar jamás a hablarle.
Ella en cambio, iluminaba un rincón de la fiesta con su vestido lila y su sonrisa beldent, bailando de a ratitos y fumando pitadas de cigarrillos que le pedía a sus amigos.
Se sentía prendido de sus pasos, tanto que se había parado en diagonal a ella, apoyado contra el escenario, y la miraba mientras un amigo algo tomado le contaba de su última entrevista de trabajo.
Ella tenía el pelo negro y atado con una vincha finita, un pelo enrulado que subía para caerle sobre el cuello, dejándole un sector de la espalda libre donde tenía un tatuaje inexplicable.
Era una estrella rocker con una flor roja dentro. Y unas letras que él no alcanzaba a leer, pero que seguro decían algo terriblemente cierto y transformador.

Andá y hablale, le dijeron sus amigos. ¿Qué podés perder?
Pensó que decirles "todo" era una exageración y sonrió, nervioso, tratando de que no se le notara. Y fue nomás. Y le habló.
Con tanta ternura, con tanta delicadeza, con tanto miedo, que ella sonrió y le dijo su nombre. Y finalmente, cuando ya su embarazo y su torpeza lo habían hecho enmudecer, ella se le acercó al oido, le dijo su mail y se fue.

El seguía parado ahí, con una media sonrisa extraña, contento y a la vez, sufriendo de ese miedo tan profundo y existencial de haber quedado como un pavote.
Estaban pasando una de los ramones...

viernes, 11 de abril de 2008

El que se quema con fuego


Hay dos clases de hombres.
Los que ya conocieron el desengaño, y los que aún andan por la vida como recién salidos de un cumpleaños, con los globos y la bolsita de golosinas todavía apretados en la mano.
No existen estadísticas que nos hablen de los porcentajes de la población que ocupan cada uno de los grupos, pero siguiendo un instinto que me ha acompañado desde niño, puedo afirmar sin ser temerario que el segundo grupo de personas no existe. Y si existe, pues debe tratarse de algún tipo de canalla que no quisiera conocer.

De cualquier forma, casi como una metáfora de la fugacidad del mundo, ayer me ofrecieron un gatito nuevo. Chiquito, ojos claros y mirada inocente.
Siamés, puntualizó el ofertante, con la intención de animarme tras la partida de yasabenquién.

Pero yo, que se lo que es el desengaño, y no creo en esas bravuconadas gauchas de volver a subirse al potro que te ha lanzado al suelo, no quise siquiera considerar el regalo.
Ya hace rato aprendí que la tristeza es imbatible, que no hace caso a los desubiques de los optimistas, y que, por momentos, suele ser hermosa.

Que todas las pérdidas son una, que todas las negativas amorosas son la misma, que de nada vale apurar al corazón cuando aún está herido.

Que las penas son de nosotros y las vaquitas son ajenas.

A propósito, dicen que el que se quema con leche ve una vaca y llora.

El que se quema con casi todo, en cambio, aprende a vivir con pequeñas lágrimas en los ojos, y a decir a todos que le entró una basurita.

miércoles, 9 de abril de 2008

Aclaración


Aún no logro desentrañar el sentido de la vida, pero en eso estamos.

(Duaca+blog informará a sus lectores a la brevedad sobre los avances alcanzados)

martes, 8 de abril de 2008

Guión para una novela (proyecto aún incompleto)



(Los hechos y personajes presentados a continuación son puramente ficción. Cualquier semejanza con la realidad es pura coincidencia. O no, porque tratamos de hacer una novela costumbrista y entonces copiamos situaciones de la vida cotidiana pero las llenamos tanto de lugares comunes que en definitiva tienen y no tienen mucho que ver con.... étc, étc, étc.)

Ella (interpretada con mucha sobregestualidad por alguna multiactriz argentina, es acelerada y difícil, pero siempre va de frente, no sigue las reglas y pasa por maleducada pero es su estilo porque es una mina con coraje, pierde cosas como las llaves y el celular todo el tiempo y debe el alquiler de su departamento, al que se accede por escalera. De vez en cuando se desalienta de pelear por su amor ya que él esta comprometido con una chica rubia y flaca que además es mala como la fiebre amarilla, pero a la que él no ama cosa que ella siempre duda a pesar de que cada tanto se curte a su mejor amigo que siempre la banca cuando está triste, y después se lo cuenta a una amiga que preferentemente debe ser del tipo bruta y del interior, como una caricatura con mucha sombra en los ojos que viene a ser el costado gracioso de la tira, a la vez que racista, como el papel del amigo negro en las peliculas yanquis. Después de esto se arrepiente y quiere volver con él pero capaz pierda la memoria él o ella o alguien finja un embarazo, lo cual complica sobremanera su historia. También es insportablemente vueltera y a veces hipocondríaca):

- Lo nuestro es imposible. Usted debería olvidarse de mi y seguir con su vida, y si no lo hace, yo me voy a ir. Yo. Porque lo amo y no voy a arruinarle la vida. Me voy...

El (es millonario pero austero, elegante pero desalineado, buenazo y sereno, hace deportes extremos y dirige la empresa de su padre, un tipo malo como pocos que es interpretado por Raul Rizzo o se levanta la tira, empresa que no sabemos a que se dedica pero donde siempre hay invitados extranjeros que cierran tratos justo cuando ella irrumpe, cosa que a él no le molesta pero que es el comentario de todos los demás empleados de la empresa. Tiene un mejor amigo que lo acompaña desde el colegio pero más que nada porque está enamorado en silencio de su hermana, que o es menor de edad y está buenísima pero no es conciente de su poder de seducción, o es del tipo seriecita y aburrida, con trajecito sastre y anteojos, del tipo jamas me anime a ser feliz porque pense que era fea. La empresa mejora porque él es talentoso pero no hace falta que le dedique mucho tiempo, ya que se la pasa agarrandola a ella del brazo para hacerla girar y poder decirle cosas susurrando (es vital que sepa susurrar con claridad) a ella cuando se ofende, le tira el trago en la cara y lo abofetea. Está seguro de su amor pero duda porque su prometida le da lástima, y el es tan bueno, o porque ella queda embarazada o él queda ciego en un accidente de moto. La mayoría de las situaciones se resolverían con un cafe y una charla sincera o un par de mails cruzados, pero él prefiere llegar justo cuando ella está diciendo algo que sacado de contexto suena a lo hice re cornudo, pero que en el fondo era todo lo contrario.
Susurra:

- Te amo.

Se besan.

Quieren hablarte

Dijo mi celular hoy, como no pudiendo creer que yo no quisiera atender el llamado.
Estan tratando de comunicarse contigo, insistió, en esas palabras y con ese tono neutro latinoamericano de propaganda de cepillos dentales.
¿Quieres comunicarte con...? Propuso finalmente.

Y entonces me di cuenta que ya no era yo quien decidía. Que otra mente pequeña y plástica habíase rebelado contra mí, que controlaba de poco a las personas, que incurría sutilmente en su voluntad, y que todas las películas de ciencia ficción sobre robots que se retovan son ciertas.

Y lo llamé, claro.

viernes, 4 de abril de 2008

Mi gata se cayó por un balcón



Hay que decir que no teníamos la mejor relación.
Ella me despertaba de noche y yo la echaba de mi cama. Ella pedía que le den leche, y yo, aconsejado por una amiga, me negaba. Ella me miraba fijo y torcía la cabeza antes de irse a pasear por la baranda del balcón, mordiendo las hojas de mis plantas.
Era un hábito riesgoso que nunca aprobé pero que tuve que resignarme a aceptar. No había forma de enseñarle que era peligroso.
Ella, confiada y presumida, me miraba con expresión vacía y seguía su paseo por la cuerda floja.
A veces, la encontraba en el pilar del balcón mirando el río a lo lejos.
Aprendí a dejarla hacer, aunque siempre temía por ella o me enojaba.
Pero así y todo yo creo que nos queríamos. Yo la escuchaba maullar cuando ella escuchaba la puerta del ascensor y se paraba a esperarme frente a la puerta. Yo la dejaba ver tele conmigo a pesar de que se paraba en la mesita y me tapaba, tratando de arañar a Santo y Maríalaura.
Y anoche, en circunstancias que aún faltan esclarecer; el destino se llevó sus pies de felpa y su pelo de tres colores para siempre.


Y yo que amo la comedia dramática de Wes Anderson, sonrío con lágrimas en los ojos acordándome de ella.

jueves, 3 de abril de 2008

Sufrir como Dios manda, pero tampoco la pavada



Sufrir lo justo y necesario para justificar un poema. Sufrir para mostrar cicatrices diminutas en bares y que no valgan un trago.
Sufrir porque se sufre pero intentado evitarlo, sin estar orgulloso ni triste ni nada. Así es la vida. Pequeños sufrimientos exagerados.

Ir a trabajar afiebrado, y no poder faltar porque es el primer día. Volver y que llueva y que no haya subtes.
Que se de vuelta el paraguas, tirarlo en un volquete naranja.
Y volver sin apuro porque nadie espera tu urgencia con una taza caliente al final del abrazo.
Y frenar en una vidriera, y pensar que aquello que exhiben te encantaría.
Pero no poder decirlo.

Volvamos a estudios


(Reflexiones a la luz verdosa de un partido en vivo por ESPN)

Que ingrata es la carrera de los Periodistas Deportivos.
Jamás son reconocidos como el resto de sus pares, aunque la mayoría (no hablo de los que hicieron un curso por correo) ha quemado las mismas pestañas que Morales Solá en la facultad.
No tienen programas serios ni ganan premios destacados por sus coberturas y análisis.

Hacen largas jornadas de espera para determinar cuestiones como la cantidad de azucar que le pone Ruggeri al mate, y logran esporádicas apariciones al aire donde deben lucir listos y educados y veloces. Deben festejar los chistes de Maradona y recibir el honor que supone una basureada en vivo de Niembro.

Cuando la aparición es radial, se escucha como si estuviera trasmitiendo desde la Base Marambio. Y si tiene la suerte de salir en TV, su humanidad es generalmente representada por un brazo trajeado que sostiene un micrófono delante de un jugador mas o menos conocido. No hay madre orgullosa que sepa como guardar estos recuerdos de fama.

A pesar de vestir siempre de riguroso traje, uno tiene la eterna sensación de que se pasan el día en jogginetas.

Incluido Macaya.

Cuento Breve, brevísimo.


Y así como así, resultó que ella era el amor de tu vida, pero que nunca se cruzaron porque vive en Nairobi, y vos en Paternal.

Buenas


Duaca+blog ya está abierto. Adelante...

miércoles, 2 de abril de 2008

Vengo otra vez hasta aquí






Cuando al fin logré ser como querías que fuera, dulce y comprensivo, paciente y compañero, demostrativo y sensible... te fuiste diciéndome que era un pesado, que te estaba siempre encima, que así no se podía.

Y yo que quise mejorar para merecer tu compañía, aprendi a dar serenatas en balcones contrafrente.